LA LITERATURA: LA ILUSIÓN O EL ESPEJISMO DE LA REALIDAD
Álvaro Gómez Castro
La representación
de situaciones, la expresión de emociones y estados de ánimo, la posibilidad de
capturar momentos inasibles, la inclusión de fantasías, sueños e ilusiones como
parte de la existencia humana, hicieron posible la ficción literaria en todas
sus formas: La lírica, y por extensión, la música, se alimentan de los
sentimientos y las pasiones humanas; la dramática y su derivado tecnológico
contemporáneo, el cine, construyen realidades alternas de la cotidianidad; de
igual manera, la narrativa y sus productos más actuales, depurados y característicos,
la novela y el relato, tienen como objetivo fundamental escudriñar la naturaleza humana,
explorar y buscar el ser del hombre en todas sus dimensiones.
Sin embargo,
existen limitaciones: la literatura está enmarcada en un contexto. Por una
parte como producto artístico es producto de la subjetividad, de la forma como
el escritor a partir de sus propias experiencias y vivencias, interpreta y
re-elabora una realidad en la cual se halla inmerso y de la que no puede
escapar, "Toda novela es un testimonio cifrado; constituye una
representación del mundo, pero de un mundo al que el novelista ha añadido
alguna cosa: su resentimiento, su nostalgia, su crítica."1 En
este sentido, la literatura llamada de "evasión" está también ligada
de alguna manera al contexto en el cual se produce; en segundo lugar está
determinada por su historicidad, por los hechos sociales que dominan el
quehacer de una comunidad en un momento puntual de su desarrollo; de otra
parte, la literatura es la pretensión de hacer posible lo
imposible; compartimos la afirmación del Premio Nobel Mario Vargas
Llosa: "La utopía no es realizable, la sociedad perfecta no existe ni va a
existir, básicamente porque es imposible que la idea de la sociedad perfecta
coincida en dos seres humanos. Varía con cada individuo, cada uno nos la
creamos sobre la base de nuestras fantasías particulares, nuestros deseos,
nuestra psicología. No se puede universalizar una idea de la felicidad, es cosa
de fanáticos."
El compromiso
social, las críticas que se suscitan con respecto a los graves problemas que
aquejan a la sociedad postmoderna, le dan sentido a la nueva
literatura. El éxito del "Boom" latinoamericano es la
parodia continúa del descubrimiento de sociedades casi inviables, en las
cuales la supervivencia misma se puede convertir en felicidad, sociedades
increíbles pero muy reales, donde "soñar no cuesta nada" como
reza el aforismo popular y donde seguimos soñando con la secreta ilusión
de que alguna vez los sueños se conviertan en realidades asibles y permanentes.
1 Mario Vargas Llosa
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