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jueves, 6 de noviembre de 2014

LA INTERTEXTUALIDAD

Por considerarlo de especial interés, transcribimos el ensayo titulado "En el mundo de la intertextualidad"
 
 
  





EN EL MUNDO DE LA INTERTEXTUALIDAD 
 
Sin que parezca exagerado, es posible asegurar que cada uno de nuestros discursos y enunciaciones está cruzado o mediatizado por otros muchos y variados discursos que, a lo largo de nuestra vida, hemos ido conociendo y asimilando como parte de nuestra propia identidad crítica. El mundo, su cultura, que es nuestra, no nació con nosotros, pero necesita de nosotros para permanecer, para desarrollarse, para evolucionar. En nuestra naturaleza está la capacidad y la necesidad de, como verdaderas esponjas, absorber información y conocimiento, los que transformamos y hacemos parte de nuestra identidad. Estamos influenciados/as por ellos, somos lo que resulta de esa influencia. Pero qué sucede cuando, por ejemplo, en una novela, cuento, poema o película esa relación entre un discurso y otro, entre un texto y otro, se nos hace tan explícita que somos capaces de reconocerla y entender que entre una y otra se establece un diálogo que, a su vez, hace posible la constitución de una nueva obra. En tal caso estamos frente a lo que se denomina un fenómeno de intertextualidad.

Literatura e intertextualidad: Literatura e intertextualidad En términos generales, la intertextualidad se define como “la relación directa de un texto con uno o varios textos más”. Y aunque no es un fenómeno exclusivamente literario (un ejemplo de intertextualidad en pintura lo constituye la obra Las meninas que Picasso pintara en 1957, la que reactualiza en su propio estilo cubista, el cuadro del mismo nombre que Velázquez realizó en 1656), es en el campo de las letras donde la intertextualidad se ha experimentado en mayor medida. No debemos confundir la influencia con la intertextualidad. La primera radica en lo determinante de un estilo, el sentido de la realidad, la visión de mundo de un escritor, filósofo, pintor, etc. que hace eco en el pensamiento de un autor. La intertextualidad, en cambio, es la incorporación de referencias claras que remiten a un texto anterior y distinto del que se lee.

El epígrafe como intertexto: El epígrafe como intertexto El campo de la literatura está repleto de ejemplos de intertextualidad. Uno de los más comunes es el epígrafe, esas citas literales a la obra de otro autor que anteceden los comienzos de muchas novelas, cuentos, poemas, etc. y que de alguna manera anticipan el sentido de lo que nos aprestamos a leer. “...aquí comen los caballeros, y duermen, y mueren en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte...” (Quijote, I, vii) “...que esta afrenta es pena de mi pecado, y justo castigo del cielo es que a un caballero andante vencido le coman adivas, y le piquen avispas y le hollen puercos.” (Quijote, II, xviii)...aquellos que nos comprenden esclavizan algo en nosotros. Gibran Jalil Gibran Ambos extractos del Quijote de Cervantes son los epígrafes de Job-Boj, la novela que el escritor chileno Jorge Guzmán publicó en 1968. Y este, menos extenso, pertenece al cuento La pieza vacía, parte de la colección de cuentos El otro afuera, de la escritora chilena Lilian Elphick, publicados en 2002 por la Editorial Cuarto Propio.

Intertextualidad y riqueza de sentido de la obra: Intertextualidad y riqueza de sentido de la obra A diferencia de los epígrafes que siempre aparecen con la referencia al autor al que pertenecen, otras intertextualidades literarias tienen lugar en medio o en cualquier parte de una obra, sin que necesariamente se nombre explícitamente la obra y el autor a que corresponden. Si nosotros, como lectores, somos capaces de reconocer el diálogo intertextual que se establece entre ambas obras, estamos ampliando el sentido que de ella podemos construir. Si es que no captamos tal intertextualidad, nuestra comprensión e interpretación de la obra no alcanza a aprehender toda la riqueza semántica que ella nos está entregando. En este caso, podemos hablar de un guiño del escritor que busca provocar que nuestra lectura, comprensión e interpretación de su obra establezca una relación de sentido con aquella obra a la que pertenece el intertexto. Lee el siguiente fragmento de la novela póstuma de Roberto Bolaño, 2666, e identifica el origen de uno de los varios intertextos que en ella se presentan:

intertexto en una obra de Bolaño: “Aquella noche, mientras Liz Norton dormía, Pelletier recordó una tarde ya lejana en la que Espinoza y él vieron una película de terror en una habitación de un hotel alemán. La película era japonesa y en una de las primeras escenas aparecían dos adolescentes. Una de ellas contaba una historia... trataba de un niño que estaba pasando sus vacaciones en Kobe y que quería salir a la calle a jugar con sus amigos, justo a la hora en que daban por la tele su programa favorito. Así que el niño ponía una cinta de vídeo y lo dejaba listo para grabar el programa y luego salía a la calle. El problema entonces consistía en que el niño era de Tokio y en Tokio su programa se emitía en el canal 34, mientras que en Kobe el canal 34 estaba vacío, es decir era un canal en donde no se veía nada, sólo niebla televisiva. Y cuando el niño, al volver de la calle, se sentaba delante del televisor y ponía el vídeo, en vez de su programa favorito veía a una mujer con la cara blanca que le decía que iba a morir. Y nada más. Y entonces llamaban por teléfono y el niño contestaba y oía la voz de la misma mujer que le preguntaba si acaso creía que aquello era una broma. Una semana después encontraban el cuerpo del niño en el jardín, muerto. 2666, pp. 48-49 2666, intertexto en una obra de Bolaño

Referencias a la realidad a través del intertexto: Referencias a la realidad a través del intertexto ¿Reconoces el intertexto que Bolaño incorporó en su novela? Probablemente sí. Se trata de la película japonesa Ringu (El Aro) de 1998 y cuya versión norteamericana realizó Hollywood en 2002. Con esta producción, la escalofriante historia de la mujer del televisor que asesinaba en siete días a quien tuviera la mala suerte de verla, alcanzó fama mundial. El aporte de sentido de esta película intertextualizada en 2666, se relaciona con el tema mayor de la novela: el de los oscuros e impunes asesinatos de cientos de mujeres en Tijuana, una ciudad al norte de México, en la frontera con Estados Unidos. Una terrible realidad que compete a toda la sociedad contemporánea, especialmente a la latinoamericana, y que desató en el escritor chileno la necesidad de traspasarla a la literatura, como una manera de hacer frente a los asesinos y de estremecer la conciencia de nosotros, sus lectores.

Relaciones intertextuales de la cultura popular: Relaciones intertextuales de la cultura popular El tipo de intertextualidad de la que hace uso la novela de Bolaño, ha sido identificado como “relaciones intertextuales de la cultura popular”. Este es un tipo de intertextualidad representativa de las últimas décadas, que se da como resultado de la globalización comunicativa que afecta al mundo entero. Entre estas manifestaciones se encuentra la incorporación de intertextos de la cultura de masas como telenovelas, radio, cine, videos, etc., que influyen en la configuración de las obras ficcionales. Otro tipo de intertextualidad corresponde a aquella práctica que pone en diálogo las distintas obras de un mismo autor. Ejemplos de estos ejercicios literarios los encontramos en muchos escritores latinoamericanos como el propio Roberto Bolaño, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, etc. Los personajes y sus historias, que nacieron a la ficción en una obra determinada, vuelven a aparecer en una obra posterior en donde conocemos qué fue lo que les deparó el destino manipulado por la imaginación creativa del escritor.

Intertextos de la cultura letrada: Intertextos de la cultura letrada.
 
La intertextualidad que refiere a la cultura letrada viene a ser la práctica más clásica de este fenómeno literario. Entre los muchos ejemplos de este tipo de intertextualidad, resalta el que une a dos de los grandes escritores de lengua española: Miguel de Cervantes y Jorge Luis Borges. Se trata del cuento Pierre Menard, autor del Quijote donde el escritor argentino hace referencia al deseo de este autor ficticio de transformarse en el verdadero Cervantes, para escribir de nuevo, pero por primera vez, la célebre novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

Pierre Menard, autor del Quijote: Pierre Menard, autor del Quijote…No quería componer otro Quijote —lo cual es fácil— sino el Quijote. Inútil agregar que no encaró nunca una transcripción mecánica del original; no se proponía copiarlo. Su admirable ambición era producir unas páginas que coincidieran ­palabra por palabra y línea por línea­ con las de Miguel de Cervantes. “Mi propósito es meramente asombroso”, me escribió el 30 de septiembre de 1934 desde Bayonne. “El término final de una demostración teológica o metafísica —el mundo externo, Dios, la causalidad, las formas universales— no es menos anterior y común que mi divulgada novela. La sola diferencia es que los filósofos publican en agradables volúmenes las etapas intermediarias de su labor y que yo he resuelto perderlas.” En efecto, no queda un solo borrador que atestigüe ese trabajo de años. El método inicial que imaginó era relativamente sencillo. Conocer bien el español, recuperar la fe católica, guerrear contra los moros o contra el turco, olvidar la historia de Europa entre los años de 1602 y de 1918, ser Miguel de Cervantes. Pierre Menard estudió ese procedimiento (sé que logró un manejo bastante fiel del español del siglo diecisiete) pero lo descartó por fácil. Pierre Menard, autor del Quijote (extracto)

Intertextualidad, plagio e influencia: Intertextualidad, plagio e influencia A continuación se aportan definiciones de los conceptos directa o indirectamente ligados al tema, para no caer en confusiones: Plagio: Imitación consciente de un modelo sin indicar la fuente de referencia. - Puede ser temático y estilístico. - No existe la creatividad. Intertextualidad: - Relación transformativa de una obra con otro texto anterior. - Es necesario que el diálogo se produzca al nivel de la construcción del texto. - Es una relación creativa que genera un nuevo texto a partir del diálogo con otro texto anterior. Influencia: - Imitación inconsciente de un modelo. Generalmente es temática, aunque puede ser estilística. - Si se asume con creatividad puede llegar a ser muy beneficiosa”.

Bibliografía y fuente de esta presentación: Rubí Carreño, Gloria Pérez, Danilo Santos, Guillermo Soto y Claudia Vera, Lengua Castellana y Comunicación 4° Medio. Editorial Mare Nostrum, 2001, Santiago de Chile.
 

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