LA
CONQUISTA DE BOGOTÁ
GUIÓN
DRAMÁTICO
(Adaptación
libre del Capítulo VI del Carnero de Juan Rodríguez Freyle)
Álvaro Gómez Castro
Álvaro Gómez Castro
PERSONAJES:
Gonzalo Jiménez de Quesada
Edecán
Lenguaraz
Sacerdote
NARRADOR (En off): De
los ochocientos hombres que habían salido de Santa Marta tres años antes, solo
quedaban menos de doscientos al llegar al altiplano. Los demás habían muerto a
manos de los nativos caribes, de los caimanes, de los tigres y de las enfermedades que habían contraído a
lo largo de la travesía por el Gran Río de la Magdalena.
Jiménez
de Quesada:- ¿Cuántos hombres tenemos?
Edecán:-Ciento
sesenta y siete mi general. Le recuerdo que vienen en muy mal estado: muchos de
ellos están enfermos y con las malas calenturas
J.
de Q, ¿Cuántos son ellos?
Edecán:-No sabemos, preguntemos al lenguaraz
J.
de Q.:-Tráiganlo a mi presencia, hay que interrogarlo
El edecán trae al nativo y a una señal de Jiménez de
Quesada, procede a interrogarlo:
Edecán-¿Cuántos
hombres tiene ese Cacique de Bogotá?
Lenguaraz:-muisca
pue
Edecán: -Dice
que son como moscas, que hay muchos
J.
de Q.:- Y esos muiscas, ¿qué clase de armas tienen?
El edecán habla con el lenguaraz en lenguaje nativo
Edecán:
dice que macanas, tiraderas, lanzaderas.
J.
de Q. ;-Pregúntele dónde se encuentran
Edecán:-Dice
que están en el valle de Nemocón
Sacerdote:-Recuerden
que por orden de Su Santidad, estas criaturas deben ser evangelizadas. Deben
conocer a Nuestro Señor, conocer sus mandamientos y así podrán reconocer la autoridad
del Rey..
J.
de Q:-
Cuando termine la batalla, podrá evangelizar a los que queden.
Sacerdote:
-Pero yo podría…
Jiménez
de Quesada:- No hay tiempo para eso padrecito, no se entrometa
Edecán:-Señor
General debemos preparar la estrategia
J.
de Q.:
Si es como dice este indio, no tendremos muchos problemas
Sacerdote:-Yo
insisto, yo debo hablar con ellos para convencerlos en nombre de Cristo que
deben someterse a la voluntad de su Majestad, el Rey.
J.
de Q.;-Padre,
Usted atienda a nuestros hombres que necesitan estar fortalecidos en la fe,
para vencer en la batalla que se avecina.
NARRADOR:
Seguros de encontrar poca resistencia, las fuerzas del Adelantado marcharon
sobre Nemocón y diezmaron a los indígenas que caían como moscas por los
disparos de los arcabuces que provocaron el pánico de los nativos, que no se
explicaban cómo podían herirlos y matarlos desde una distancia considerable.
Así fue la victoria de Quesada sobre las fuerzas de cacique de Bogotá.
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